DDC: La cafetería

 Dudas un poco de tu soledad por un momento, realmente no parecía ser tan tarde como para que todos se hayan ido ya, incluso el personal de aseo no se encuentra por ningún lado, entonces decides buscar por el lugar la presencia de alguien, así sea solo una persona.


Decides ir a la cafetería y, justo como lo esperabas, no encuentras a nadie.


Ver la cafetería así de vacía te da un pequeño sentimiento de paz; generalmente estaba llena de gente todo el rato y la contaminación auditiva era muy notoria, pero, ahora, no sé escucha nada más que tu respiración y tus pasos al caminar.


Te percatas, entonces, de un pequeño objeto brillante en la mesa del centro; esto despierta tu curiosidad, por lo que decides acercarte.


Al observar con mayor detenimiento el objeto, te das cuenta de que no es nada más ni nada menos que un dulce; su brillo era gracias a los tenues rayos de sol que lograban caer en él; era un caramelo cristalino de un tinte ligeramente rosado, envuelto en un plástico semitransparente. No contaba con marcas de ningún tipo.


Tomar el dulce

Dejarlo ahí

Comer el dulce


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